Los escritores no se hacen de la noche a la mañana. Tuvieron grandes demonios internos, algunos pudieron con ellos, otros aprendieron a convivir con eso; pero todo fue sumándose a sus horas de vuelo.
Los escritores no se hacen de la noche a la mañana. Tuvieron grandes demonios internos, algunos pudieron con ellos, otros aprendieron a convivir con eso; pero todo fue sumándose a sus horas de vuelo.